Creé este blog personal como parte de un proyecto que la profesora nos propuso a las alumnas de 4to año “Humanidades y Ciencias Sociales” del Colegio San José Adoratrices de Santa Fe, Argentina. Una de las asignaturas con que cuenta nuestro colegio es Morfología Visual, en la cual no solo nos centramos en el arte en su concepto tradicional, sino que intentamos llevarlo más allá de eso a través de la tecnología y la comunicación. Por ende, el eje central de este blog serán los movimientos artísticos de fines del siglo XIX y XX, especialmente lo pictórico.

sábado, 4 de mayo de 2013

Surrealismo


Surrealismo:
Este movimiento comienza en 1924 en París con la publicación del "Manifiesto Surrealista" de André Breton (fue un poeta y crítico francés, líder del movimiento surrealista.), quien estimaba que la situación histórica de posguerra exigía un arte nuevo que indagara en lo más profundo del ser humano para comprender al hombre en su totalidad. Siendo conocedor de Freud pensó en la posibilidad que ofrecía el psicoanálisis como método de creación artística.
Para los surrealistas la obra nace del automatismo puro, es decir, cualquier forma de expresión en la que la mente no ejerza ningún tipo de control. Intentan plasmar por medio de formas abstractas o figurativas simbólicas las imágenes de la realidad más profunda del ser humano, el subconsciente y el mundo de los sueños. Para lo que utilizan recursos como: animación de lo inanimado, aislamiento de fragmentos anatómicos, elementos incongruentes, metamorfosis, máquinas fantásticas, relaciones entre desnudos y maquinaria, evocación del caos, representación de autómatas, de espasmos y de perspectivas vacías. El pensamiento oculto y prohibido será una fuente de inspiración; en el erotismo descubren realidades oníricas, y el sexo será tratado de forma impúdica.
Se interesaron además por el arte de los pueblos primitivos, el arte de los niños y de los dementes. Preferirán los títulos largos, equívocos, misteriosos, lo que significa que importaba más el asunto que la propia realización.
Sus más memorables representantes fueron Salvador Dalí, Max Ernst, René Magritte, Giorgio de Chirico, Marc Chagall, Paul Delvaux.

Breve reseña de Salvador Dalí:
Se considera al pintor español, el principal exponente del surrealismo.
Nació en Figueres, Girona, el 11 de mayo de 1904. En 1921 ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando (Madrid), de donde fue expulsado en 1926. En esa época vivió en la Residencia de Estudiantes de Madrid. En 1929, instalado en París, donde conoció a Pablo Picasso, se adhiere al surrealismo, aunque los miembros principales del movimiento expulsarían finalmente a Dalí por sus tendencias políticas derechistas. La producción de Dalí de este período se basa en su método paranoico-crítico, inspirado en buena parte en las teorías de Freud, representación de imágenes oníricas y objetos cotidianos en formas compositivas insospechadas y sorprendentes, como los relojes blandos de La persistencia de la memoria. Dalí se trasladó a Estados Unidos en 1940, donde permaneció hasta 1948. Sus últimas obras, a menudo de contenido religioso, se realizan en un estilo más clásico, entre ellas cabe citar la Crucifixión (1954, Metropolitan Museum, Nueva York) y La Última Cena (1955, Galería Nacional de Washington). La técnica pictórica de Dalí se caracteriza por un dibujo meticuloso, una minuciosidad casi fotográfica en el tratamiento de los detalles, con un colorido muy brillante y luminoso. Dalí realizó varias películas surrealistas en colaboración con Buñuel como El perro andaluz (1928) y La edad de oro (1930), libros ilustrados, diseños de joyería así como escenografías y vestuarios teatrales. También escribió libros autobiográficos como La vida secreta de Salvador Dalí (1942) y Diario de un genio (1965). Fue miembro de la Academia Francesa de Bellas Artes desde 1979. Murió el 23 de enero de 1989 en Figueres.

Descripción de la obra “La persistencia de la memoria”:
La persistencia de la memoria es un óleo realizado por Dalí en 1931 y pertenece al estilo surrealista.
La obra representa un paisaje onírico, de grandes espacios dilatados, en el que los elementos se asocian de forma insólita. En primer plano a la izquierda, se observa un bloque probablemente de madera, que hace las funciones de una mesa, sobre el que se disponen dos relojes y un árbol incompleto, con una sola rama y sin hojas. El reloj más grande es blando, tiene una mosca sobre él y cae, escurriéndose por el borde de la mesa. El pequeño, parece un reloj de bolsillo cerrado y las hormigas se mueven sobre él.
Pende del árbol un tercer reloj, también blando. En el centro de la obra aparece una extraña figura que simula una cabeza blanda, cuyo cuello se diluye en la oscuridad. Llama la atención la enorme nariz, la especie de lengua que sale de ella y el ojo cerrado
con largas pestañas. La figura parece dormir sobre la arena. El artista ha colocado sobre esta figura un cuarto reloj, igualmente blando y que también parece derretirse o escurrirse.
Los elementos anteriormente descritos se ambientan en lo que parece una playa desierta, con el mar y una cala rodeada de acantilados al fondo. El cielo y el mar se confunden.
La técnica de Dalí es precisa. El dibujo es académico, de líneas puras. Los objetos se pintan con detalle, aunque no son reales.
El artista utiliza un color brillante y luminoso en el que contrastan con fuerza los tonos cálidos con los fríos. La luz desempeña un poderoso papel y contribuye a configurar una atmósfera onírica y delirante.
El cuadro parece quedar dividido en una parte (al fondo y a la izquierda) de enorme luminosidad y otra (primer plano a la derecha) de sombra.
Respecto al esquema compositivo, predomina la horizontalidad, sólo interrumpida por la verticalidad que marca el tronco del árbol y por las líneas curvas de los relojes y de la figura central, que parecen haber sido introducidas para proporcionar un lento movimiento a la quietud de esta playa.
El método empleado en la configuración de esta obra es lo que el propio autor denominó críticoparanoico, que significaba “un sistema espontáneo de conocimiento irracional basado en los fenómenos del delirio”. Con este método, Dalí suspende conscientemente el control de la razón para pintar y dar salida a sus sueños, sus obsesiones y sus delirios.

Fuentes:


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