Neoexpresionismo:
Este movimiento pictórico
surge a finales de los años setenta y principios de los ochenta en Alemania,
desde donde se expandió por el resto de Europa y Estados Unidos.
Nace como una reacción
contra el minimalismo y el arte conceptual que predominaron durante los años
setenta. Dicho movimiento se caracteriza por su agresividad, sus descarnados
temas, la forma en que estos son tratados y el uso de imágenes fácilmente
reconocibles como el cuerpo humano, generalmente dibujadas de manera muy burda.
El neoexpresionismo se
propone retomar la figuración desde su tratamiento violento y primitivo,
determinado por la pincelada y el uso de colores contrastantes, aunque
conservando la disposición tradicional de la composición.
Los artistas neoexpresionistas volvieron a emplear los elementos formales del expresionismo alemán y del expresionismo abstracto americano en un retorno a la pintura figurativa, a menudo de escala colosal. Cubriendo una amplia gama de temas culturales, mitológicos, históricos y eróticos, los neoexpresionistas tienden a emplear una pincelada gestual, destaca por obras de gran tamaño y ostentosas figuras, con una técnica agresiva: el “dripping”, pinceladas gestuales aplicadas violentamente sobre la tela.
Los artistas neoexpresionistas volvieron a emplear los elementos formales del expresionismo alemán y del expresionismo abstracto americano en un retorno a la pintura figurativa, a menudo de escala colosal. Cubriendo una amplia gama de temas culturales, mitológicos, históricos y eróticos, los neoexpresionistas tienden a emplear una pincelada gestual, destaca por obras de gran tamaño y ostentosas figuras, con una técnica agresiva: el “dripping”, pinceladas gestuales aplicadas violentamente sobre la tela.
Entre los artistas
americanos más destacados podemos encontrar a David Salle y Julian Schnabel,
aunque hubo una vertiente muy particular, cargada de humor e ironía,
representada por Keith Haring y Jean-Michel Basquiat. En el caso de Alemania
sus más memorables representantes fueron Georg Baselitz, Jorg Immendorff,
Anselm Kiefer, A. R. Penck mientras que Sandro Chia y Francesco Clemente
representan las figuras italianas internacionales.
Breve reseña de Georg
Baselitz:
Artista alemán, cuyo
expresionismo figurativo contribuyó al renacimiento del arte representacional a
finales del siglo XX. Baselitz, cuyo verdadero nombre es Georg Kern, nació en
Deutschbaselitz, Sajonia, el 23 de enero de 1938. Adoptó el nombre de Baselitz
en 1956, cuando se trasladó a lo que entonces era Berlín occidental, después de
su expulsión dela Kunstakademie de Berlín oriental. Entre 1957 y 1964
asistió a la Academia de Arte de Berlín occidental, donde estudió con
Hann Trier. Su primera exposición se realizó en 1961 en esa ciudad, junto con
la obra del pintor Eugen Schönebeck, con el que publicó los manifiestos
Pandämonium en 1961 y 1962. Tras alcanzar una considerable fama, recibió
numerosos premios y fue catedrático de pintura en las universidades de
Karlsruhe y Berlín. Sus primeras obras, con una fuerte influencia del Art Brut,
se caracterizaban por la profusión de imágenes sexuales explícitas. En la
década de 1960 pintó varias series de figuras monumentales a las que llamó
Héroes, Rebeldes o Pastores. Al final de este período comenzó a realizar
composiciones invertidas con el fin de acentuar sus cualidades formales en
oposición a lo figurativo. Continuó realizando figuras invertidas en las
décadas siguientes, como puede apreciarse en Nariz roja (1987, Städtisches
Kunstmuseum, Bonn), un desnudo femenino pintado con un estilo expresivo
característico. También fue célebre por algunos grabados de gran calidad y por
sus ambiciosas esculturas en madera. Baselitz fue uno de los artistas alemanes
más importantes de su época y tuvo una influencia crucial en la nueva
generación de artistas figurativos que surgieron en Alemania y otros países
occidentales en los últimos años de la década de 1970 y durante la de 1980.
Descripción de la obra “Cena
en Dresde”:
En esta obra, mantiene la
tendencia figurativa, pero las escenas y personajes aparecen pintados boca
abajo, tratando de romper con el convencionalismo habitual hasta el momento en
la historia de la pintura. Como afirmaba el propio pintor: "Mis composiciones
del revés fueron en realidad el resultado de un largo proceso para intentar
subvertir el orden normal de los pintores... A fin de cuentas, la provocación
es la regla general de la historia de la pintura".
Podemos creer que Baselitz
no ha pintado sus cuadros verdaderamente boca abajo, sino que se ha limitado a
colgarlos del revés.
Tal vez en ese tipo de cosas
quiera Baselitz que reflexionemos cuando cuelga sus cuadros de dicho modo. El
mundo al revés.
Fuentes:
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