Surrealismo:
Este movimiento comienza en
1924 en París con la publicación del "Manifiesto Surrealista" de André
Breton (fue un poeta y crítico francés, líder del movimiento surrealista.),
quien estimaba que la situación histórica de posguerra exigía un arte nuevo que
indagara en lo más profundo del ser humano para comprender al hombre en su
totalidad. Siendo conocedor de Freud pensó en la posibilidad que ofrecía el
psicoanálisis como método de creación artística.
Para los surrealistas la obra nace del automatismo puro, es decir, cualquier
forma de expresión en la que la mente no ejerza ningún tipo de control. Intentan
plasmar por medio de formas abstractas o figurativas simbólicas las imágenes de
la realidad más profunda del ser humano, el subconsciente y el mundo de los
sueños. Para lo que utilizan recursos como: animación de lo inanimado,
aislamiento de fragmentos anatómicos, elementos incongruentes, metamorfosis,
máquinas fantásticas, relaciones entre desnudos y maquinaria, evocación del
caos, representación de autómatas, de espasmos y de perspectivas vacías. El
pensamiento oculto y prohibido será una fuente de inspiración; en el erotismo
descubren realidades oníricas, y el sexo será tratado de forma impúdica.
Se interesaron además por el arte de los pueblos primitivos, el arte de los
niños y de los dementes. Preferirán los títulos largos, equívocos, misteriosos,
lo que significa que importaba más el asunto que la propia realización.
Sus más memorables
representantes fueron Salvador Dalí, Max Ernst, René Magritte, Giorgio de
Chirico, Marc Chagall, Paul Delvaux.
Breve reseña de Salvador
Dalí:
Se considera al pintor
español, el principal exponente del surrealismo.
Nació en Figueres, Girona, el 11 de mayo de 1904. En 1921 ingresó en la
Escuela de Bellas Artes de San Fernando (Madrid), de donde fue expulsado
en 1926. En esa época vivió en la Residencia de Estudiantes de
Madrid. En 1929, instalado en París, donde conoció a Pablo Picasso, se adhiere
al surrealismo, aunque los miembros principales del movimiento expulsarían
finalmente a Dalí por sus tendencias políticas derechistas. La producción de Dalí
de este período se basa en su método paranoico-crítico, inspirado en buena
parte en las teorías de Freud, representación de imágenes oníricas y objetos
cotidianos en formas compositivas insospechadas y sorprendentes, como los
relojes blandos de La persistencia de la memoria. Dalí se trasladó a Estados
Unidos en 1940, donde permaneció hasta 1948. Sus últimas obras, a menudo de
contenido religioso, se realizan en un estilo más clásico, entre ellas cabe
citar la Crucifixión (1954, Metropolitan Museum, Nueva York) y La
Última Cena (1955, Galería Nacional de Washington). La técnica pictórica de
Dalí se caracteriza por un dibujo meticuloso, una minuciosidad casi fotográfica
en el tratamiento de los detalles, con un colorido muy brillante y luminoso.
Dalí realizó varias películas surrealistas en colaboración con Buñuel como El
perro andaluz (1928) y La edad de oro (1930), libros ilustrados, diseños de
joyería así como escenografías y vestuarios teatrales. También escribió libros
autobiográficos como La vida secreta de Salvador Dalí (1942) y Diario de un
genio (1965). Fue miembro de la Academia Francesa de Bellas Artes
desde 1979. Murió el 23 de enero de 1989 en Figueres.
Descripción de la obra “La
persistencia de la memoria”:
La
persistencia de la memoria es un óleo realizado por Dalí en 1931 y pertenece al
estilo surrealista.
La obra representa un paisaje onírico, de grandes espacios dilatados, en el que
los elementos se asocian de forma insólita. En primer plano a la izquierda, se
observa un bloque probablemente de madera, que hace las funciones de una mesa,
sobre el que se disponen dos relojes y un árbol incompleto, con una sola rama y
sin hojas. El reloj más grande es blando, tiene una mosca sobre él y cae,
escurriéndose por el borde de la mesa. El pequeño, parece un reloj de bolsillo
cerrado y las hormigas se mueven sobre él.
Pende del árbol un tercer reloj, también blando. En el centro de la obra
aparece una extraña figura que simula una cabeza blanda, cuyo cuello se diluye
en la oscuridad. Llama la atención la enorme nariz, la especie de lengua que
sale de ella y el ojo cerrado
con largas pestañas. La figura parece dormir sobre la arena. El artista ha
colocado sobre esta figura un cuarto reloj, igualmente blando y que también
parece derretirse o escurrirse.
Los elementos anteriormente descritos se ambientan en lo que parece una playa
desierta, con el mar y una cala rodeada de acantilados al fondo. El cielo y el
mar se confunden.
La técnica de Dalí es precisa. El dibujo es académico, de líneas puras. Los
objetos se pintan con detalle, aunque no son reales.
El artista
utiliza un color brillante y luminoso en el que contrastan con fuerza los tonos
cálidos con los fríos. La luz desempeña un poderoso papel y contribuye a
configurar una atmósfera onírica y delirante.
El cuadro
parece quedar dividido en una parte (al fondo y a la izquierda) de enorme
luminosidad y otra (primer plano a la derecha) de sombra.
Respecto al esquema compositivo, predomina la horizontalidad, sólo interrumpida
por la verticalidad que marca el tronco del árbol y por las líneas curvas de
los relojes y de la figura central, que parecen haber sido introducidas para
proporcionar un lento movimiento a la quietud de esta playa.
El método empleado en la configuración de esta obra es lo que el propio autor
denominó críticoparanoico, que significaba “un sistema espontáneo de
conocimiento irracional basado en los fenómenos del delirio”. Con este método,
Dalí suspende conscientemente el control de la razón para pintar y dar salida a
sus sueños, sus obsesiones y sus delirios.
Fuentes: